El Banco Mundial ha aprobado financiación para el primer sistema de almacenamiento de energía en baterías (BESS) del lado de la red de Botswana, que tendrá una potencia de 50 MW y una capacidad de almacenamiento de 200 MWh. El proyecto, que costará 122 millones de dólares, incluida una contribución del Fondo Verde para el Clima, tiene como objetivo apoyar la transición energética de Botswana fortaleciendo la flexibilidad de la red y promoviendo la integración de energías renovables.

Las plantas de almacenamiento de energía estarán ubicadas en tres sitios en Selebipik, Madaniel y Juangen, donde está previsto construir las primeras plantas solares fotovoltaicas a gran escala del país (100 MW cada una). Sus fechas operativas están fijadas para 2025 y 2026, respectivamente.

El plan está en línea con el objetivo de Botswana de instalar 1 GW de capacidad eólica y solar fotovoltaica para 2030, lo que requerirá 140 MW de BESS para respaldar la conexión a la red. Actualmente se está llevando a cabo un estudio de viabilidad para determinar los mejores sitios de instalación de BESS.